Rylian Sombraestrella
Descripción (Carisma 18, y no, no es hechicero XD): El canto de una alondra, la sonrisa de un niño, el amanecer en las tinieblas, són meros ejemplos de lo que su visión puede llegar a inspirar a las criaturas que observan a este singular elfo.
De cabello y ojos plateados, representando un grado de belleza soberbio, incluso entre el pueblo elfo, suele viajar con unas ropas sencillas de colores apagados. Logrando asi un interesante contraste con sus tatuajes que caracterizan a una familia de tradición arcana como es la suya, que recorren gran parte de su cuerpo, incluyendo una porción del rostro, pecho y espalda.
Quizás porqué no está acostumbrado, siendo un habitante de Eloräh dónde están ajenos a los líos en las tierras habitadas por humanos, o quizás porqué realmente le da igual que le miren con desprecio, no esconde nunca el grimorio arcano ni su colgante, que sirve de foco, para los innumerables conjuros que han aprendido a lo largo de las eras, la Casa Sombraestrella.
Cuando se relaciona, suele mostrar un talante a medio camino entre lo cauteloso y lo amistoso. Pareceria como si evaluara siempre que opción es la correcta antes de hablar. Pese a sus precauciones, dada su afición a dejarse guiar por sus ideas, las que suele creer que son siempre correctas, tiene la mala costumbre de no revisar sus planes u olvidar detalles, otorgandole cierta fama de genio despistado que suele acabar en situaciones tanto beneficiosas como, ciertamente, preocupantes.
Trasfondo:Hace tiempo, cuando Eloräh aún era la Cumbre en las Nubes, varias familias de elfos, residiendo en las copas de los árboles, vivian en paz y tranquilidad en sus microcosmos de alegrias y preocupaciones cotidianas.
De esas epocas doradas, nacieron grandes familias y grandes alianzas, artesanos y arcanos de gran renombre, dieron forma y belleza a esta ciudad de soñadores.
De entre tantas muchas otras familias, surgió la Casa Sombraestrella, célebres por su tradición arcana, en casi dos tercios de sus miembros, de gran fama.
La fama entre elfos, a diferencia de la tristemente fama entre humanos, se diferenciaba de ésta última porqué el más famoso artesano o arcano, no era el que más poder amasaba, sino el que más beneficio o felicidad aportaba a la comunidad.
Y la Casa Sombraestrella había contribuido con grandes artilugios arcanos de poderes y conocimientos perdidos por el paso del tiempo, que habrían echo temblar de gozo a los demás reinos. Grandes eran los cristales del tiempo, que te permitian revivir a través de ellos, los momentos de felicidad más importantes de tu vida, como si estuvieras ahí mismo. Tampoco nada desdeñable, era la resina entrópica, que permitia que tras las tormentas, el desgaste producido por el tiempo y los animales, los árboles dónde habitaba el pueblo de la Cumbre de las Nubes, no se carcomieran ni cedieran al derrumbamiento, alimentandose a sí mismos de energia vital renovable, para mantenerlos imperecederos y eternos.
Y en aquellos tiempos, la casa Vientoligero, estuvo bendecida con una gran vidente que podía preveer lo que sucedería con una claridad meridiana, ciertos acontecimientos futuros. Y avisó, de que con el tiempo, grandes cantidades de monstruos, pieles-verdes, irrumpirian en la Cumbre de las Nubes, y aunque no lograrian arrasarla entera, lamentarían grandes perdidas en vidas elficas si no se hacía nada para evitarlo.
Así fue como el Consejo de sabios, debatieron durante Soles y Lunas hasta que concluyeron con total unanimidad, que bajo la dirección de la vidente Vientoligero y con la pericia de los artesanos y arcanos de la casa Sombraestrella, lograrían evitar a los pieles verdes mediante la magia, evitando así la catastrofe.
De su ingenio y esfuerzo dedicado por ambas casas y con el apoyo incondicional del resto de la Cumbre de las Nubes, se logró dar con la solución: Las piedras del olvido.
Estos increibles artefactos, representaban con fidelidad el ingenio de los elfos; Unos monolitos, similares a unos menhires de unos 10 metros de altura, gigantescos a decir verdad, rodeaban la Cumbre de las nubes y de ellos, mediantes runas inscritas en la misma roca y reforzadas con magia, descansaba un poder ilusorio, que lograba que en un radio de 20 kilometros, los que no fueran elfos (los únicos inmunes al efecto de las rocas), olvidaran que allí habían existido alguna vez los elfos, considerandolos seres de leyenda.
De esa manera, se construyó una docena de estos menhires mágicos que rodearon el bosque en toda su extensión y durante un tiempo, todo aquel que sabía de los elfos, al acercarse, se olvidaba, ya fuera orco, humano o cualquier otra cosa. Y los elfos vivieron en paz, eludiendo el futuro siniestro de los orcos...
...pero no el fin de la era.
Hace 600 años, hubo el fin de una era, cuando el fuego y el hielo se cruzaron y las tierras quedaron devastadas. La antaño Nube de las Cumbres, ahora Eloräh, no quedó impune a ese desastre al que más tarde se culparia a los arcanos en otras regiones más supersticiosas.
El desastre causado por ésta agresion sobre la misma tierra, logró desplazar y destruir en su totalidad 11, de los 12 menhires. La tierra se habia removido, el flujo de rupturas del telar mágico habia provocado fluctuaciones en el espacio y en el tiempo, y el menhir número doce se había salvado, saltando por uno de esos agujeros, viajando al futuro, pero lejos de su hogar.
Los elfos, que habian perdido su protección ilusiva, y la gran mayoria de pergaminos y sabios habian perecido, por las llamas, se encontraban con que ahora DESCONOCIAN como volver a fabricar más piedras del olvido. Y lo más preocupante, había una intacta por alguna parte del tiempo y el espacio, que en malas manos, podría provocar el inicio de un IMPERIO FANTASMA, a ojos y mente de los demás, dispuesto a salir en busca de conquista y muerte, de la nada, ante unas naciones debilitadas por la ignorancia y la guerra.
Ante esa amenaza, pasaron 6 siglos de infructuosas busquedas, necesitaban recuperar la última piedra del olvido, para evitar que la usaran con fines perniciosos y para recuperar el conocimiento perdido y esa seguridad impenetrable. Pero el milagro nunca llegaba.
Hasta que un dia, un extranjero enano, un amigo de una de las familias que vivian en Eloräh, advirtió que había llegado el rumor de que alguién "no se que gente", según las propias palabras del enano, habían hallado una "piedra enorme, que media como 20 enanos, con grandes runas extrañas", cerca de Serena. El enano aseguraba que eso se comentaba en algunos círculos de Serena, aunque era un rumor absurdo, decía el enano, ya que él habia dado un buen rodeo por esas tierras y no vió nada.
Alarmados, ante esta noticia y preocupados, por el echo de que finalmente sus temores se hubieran vuelto ciertos y alguien se hubiera apoderado de la piedra del olvido, sumiendo a todos en una ilusión de elevadisimo nível, para fines oscuros, el Consejo se volvió a reunir.
Debían enviar a alguien a investigar, a alguien joven, con talento y que no llamara la atención. Alguien con cierto don de gentes, y sin duda arcano. Alguien que encontrara la piedra del olvido, y pudiera averiguar que había sucedido con ella. Y por los Dioses, avisar a su pueblo y recuperarla entre varios elfos de ser necesario.
Y asi fue como Rylian Sombraestrella, heredero de la dinastía Sombraestrella, un mago en ciernes, con ilusión y ganas de equilibrar las cosas, se dirigió a Serena con el fin de encontrar la piedra.
Sólo los Dioses sabrán que sucederá...
Tema: Rylian Sombraestrella 
Miér Feb 15, 2012 2:57 am
